Además de las publicaciones, cabe destacar la elaboración de los stands de este festival, como el del Journal Novland que se ve en la foto de aquí arriba, que a su vez era una instalación para que los visitantes se sacasen una foto jugando a protagonizar a JFK en la escena de su asesinato. Los espacios destinados a cada stand estaban delineados, y era responsabilidad de cada expositor resolver con ingenio y astucia el montaje del suyo. El centro cultural disponía de retazos de madera y otros soportes, y todos los expositores llegaban desde el subte cargando muebles, lámparas y demás objetos desde sus casas.
Si bien las fotos no son de gran calidad, se pueden apreciar los originales resultados, como estos jóvenes que habían hecho una cama con una gran mesa de luz en la delantera, y estaban ahí cobijados mientras atendían al público.
O estos que se usaron de la instalación de recreación de su gato:
O éste que consistía en un antiguo expendedor
de golosinas, en el que uno elegía los fanzines en sus pequeños casilleros:
O éste que parecía un envoltorio de las galletitas Titas, hecho tan sólo con cartulinas y unos módulos:
O todos los siguientes: